De modo que han pasado 100 días. 100 días desde que todo cambió. Las sonrisas son más humanas. Las sonrisas también son más tristes, más agrias. El corazón se hincha, por las ganas de emprender, pero las esperanzas se pierden, por cómo vemos que evoluciona este inmenso mundo de banalidades infladas, hachazos sociales y mojigatería beata e hipócrita a nuestro alrededor (Mojigato,a: 1. adj. Que afecta humildad o cobardía para lograr su intento en la ocasión. U. t. c. s. 2. adj. Beato hazañero que hace escrúpulo de todo. U. m. c. s..)... Excepto si algo le interesa o por lo que saque provecho, añado yo en este caso.
La cosa es que vuelvo a hablar con alguna gente, por fin, pero desaparecen absolutamente las ganas de volver a cruzarme con otras, por desgracia. Y aunque es inevitable hacerlo, uno tiene la tentación de esconderse tras el biombo, tal y como hacía Juan Ramón al recibir indeseadas visitas en casa, que eran casi todas, según su sinestésica sique; él, ni corto ni perezoso, aunque ya le hubieran visto esconderse, se metía tras el biombo reconfortante y opaco; yo no lo haré, honestidad obliga, profesionalidad también, pero hay ganas según uno lee, ve y comprueba 'cosas', cosas 'mali-cosas' esta vez.
Por otro lado echo de menos a tantos; y echo de menos tanto. Determinadas actitudes, determinada profundidad en los análisis, determinadas voces (ausentes, acalladas a la fuerza, cobardes, interesadas), determinado respeto por las reglas del juego (determinadas reglas del juego en realidad), determinado humanismo, determinada integridad, determinada profesionalidad... Determinada determinación...
Así que si te sientas en el sillón de una cafetería y abres tu moleskine y empiezas a garabatear tras leer los periódicos, algunos periódicos (aunque todos se parecen cada vez más y más peligrosamente al mismo periódico), y estás escuchando 'River man' por ejemplo, y estás viendo cómo la gente va pasando frente a ti, y piensas, o recuerdas, vas atando cabos, .... si empiezas a garabatear en esas circunstancias, digo, tras 100 días observando y leyendo y tal, y otros muchos años 'en el ajo' de tantas y tantas decisiones, procesos, informaciones... En el ajo de cientos de proyectos difícilmente azules, como diría Grosso de su cielo, lo que te sale entonces, digo, es algo como que, poco más o menos, pasan cosas apestosas y que apestamos más nosotros por estar narcotizados y perdidos y callados y renegar de valores y derechos que supuestamente estaban afianzados.
Sea mucho o poco lo que tienes seguro después de 100 días y otros 32 años, es que eso que te sale, esa sensación, precisamente eso que escribes, es exactamente lo que sientes, es lo que te da la gana decir y lo que te sale de los cojones escribir; porque además, y esto también es bien cierto, está medianamente claro que gran parte del problema, de las causas que nos han traído hasta aquí, social, política, económica y hasta moralmente, proceden directamente de la hipocresía, de la vacuidad, de la falta de 'valor' (y por lo tanto de valores), a la hora de denunciar y permitir determinados abusos... La sociedad que entre todos hemos creado durante la que se supone que sería la nueva edad de oro de este país, o estado, o nación, o lo que cada uno quiera creer que somos, simplemente apesta amigos y amigas.
La cobardía y mediocridad de parte de la clase política española no es causa por sí misma, el egoísmo enraizado en nuestras mentes, aniquiladas la mayoría por unos mass media deprimentes, de bajo nivel intelectual y crítico, con profesionales que sufren la precariedad laboral de un mercado de trabajo de la basura y de un sistema social ineficaz y torticero, como el resto de la sociedad, también son causas... Lo mismo pasa en la Universidad, en parte de la Magistratura o de las fuerzas de seguridad, en la sanidad o la educación... Son causas.
Esos mass media venden sensaciones edulcoradas o sangrientas, según convenga, a una mayoría aplastante, y esa mayoría traga todo tipo de basuras inexplicablemente saciada y ahíta, con la connivencia del tinglado institucional que hemos montado en estos mismos 30 años, sin que nadie se haya atrevido a denunciar sus desfases, duplicidades, financiación, utilidad y salud democráticas, a no ser que interviniesen motivos políticos, partidistas más bien, por ejemplo, la derecha nacionalista española contra comunidades autónomas (las del vosotros) 'díscolas' con el idioma; pero no contra comunidades autónomas (las del nosotros) díscolas financieramente hasta casi el colapso. Pero lo mismo pasa con el nacional-victimismo de otras vertientes políticas ampliamente enraizadas en algunas comunidades, naciones, pueblos, o como queráis describirlo... Muletas del mismo pensamiento único instalado en el PODER, así con mayúsculas.
Ahora sí, ahora toca sufrir a todos las consecuencias derivadas del derrumbe del tinglado, y ese derrumbe no podremos pararlo, porque sencillamente el centro de nuestro sistema, el centro del tinglado, el centro de todo esto amigos no éramos nosotros, los ciudadanos y ciudadanas, ni nuestros derechos y deberes, ni nuestro bienestar, el centro del sistema queridos y queridas sigue siendo el mismo que ha sido siempre: el dinero, quién lo tiene, quién lo reparte, para qué o quiénes se reparte y así hasta el hartazgo... El sistema, amamantado, aplaudido, bailado alegremente por todos, aprovechado en definitiva, era un tinglado.
Hablo de mí y hablo de todo, porque como ser social, como hombre comprometido, algunas decisiones y debates políticos que se 'disfrutan' en este país, a veces, y últimamente más que nunca, me dan asco, y no se me caen los anillos al decirlo, porque nadie puede achacarme ni una pizca de integridad o de entrega en las labores que me ha tocado desempeñar en 10 años, en lo público o en lo privado, como técnico o como político.
De modo que si un policía apalea, como he visto, a una ciudadana española, periodista, que grababa las protestas en Sol, sin más motivo que.... que grabara las protestas en Sol, a mí eso me da asco; de modo que si algunos gobiernos democráticamente elegidos por y para todos hacen la ola, política, económica y también moralmente, a una institución tan generosa en su comportamiento fiscal, generadora de tanto empleo y riqueza para todos, y con una trayectoria ética tan ejemplar, como es la Iglesia Católica Apostólica y Romana, a mi eso me da asco; de modo que si el gobierno de este país, elegido con los votos de millones de ciudadanos socialistas, pacta in extremis con el partido neoliberal de la oposición, una reforma de la Constitución con 'estivalidad' y alevosía, a mi eso me da asco; si además esta reforma se realiza en dos semanas, sin debate, NI NÁ, cuando llevan algunos partidos pidiendo esa reforma desde hace 25 años para otros asuntos vitales, además, antes de unas elecciones inminentes, y para colmo, sin tener en cuenta el 18% de los votos concentrados en el resto de partidos que se oponen a esta reforma, por fondo o forma, y que en un referéndum podrían tumbarla, a mi eso también me da asco...
Pero lo que más asco me da es el intento de hacer sufrir un ejercicio de aguante civil maquiavélico a la ciudadanía, porque esta reforma va enfocada a limitar el gasto público sin preguntarle al público, a limitar nuestros derechos per se sin preguntarnos a nosotros y queriéndonos vender además que es 'per nos' (¿por qué no limitará la deuda privada o la intervención de España en conflictos bélicos internacionales?), eso ya es que me repugna...
Dejemos a un lado a ZP haciendo de comercial en las esquinas de Wall Street, también el amago de primarias en el PSOE, dictatorialmente zanjado al buen estilo del partido del progreso, centrémonos pues en otros aditivos que aderezan mi náusea, como el intento de recuperar el impuesto a los ricos, anulado hace tres años incomprensiblemente; el adelgazamiento del gasto social en las comunidades 'azules', sin aumentar tramos impositivos o tomar otras medidas que intenten evitarlo, sin hacer nada antes; aumentar los impuestos en municipios donde hasta hace tres meses el PP perjuraba que no lo haría; o el PSOE y su desbandada de ministros que proclaman no querer participar en la próxima y presumible debacle electoral; los baños de masas de Camps y Cía., a pesar de estar de imputaciones hasta las cejas; o las grandes recetas del PP para paliar la crisis: ninguna, o la confianza, esa gran aliada de 'ellos', porque para eso han nacido con la flor en el ... y, a otros niveles, la genial toma de partido de España por la insurrección siria, la rápida intervención de Europa en el conflicto libio, la postura de España tras el ataque a la flotilla de la paz, y por lo que Turquía ha roto lazos con Israel, o la situación agradable y 'democrática' de Guinea Ecuatorial, antigua colonia... perlitas que ayudan bastante a mi náusea continua en estos últimos tiempos... Estoy inevitable embarazado de asco.
Olvidémonos de Belén Esteban consumiendo horas y horas de algo cuyo tiempo es tan caro como la televisión, no, mejor olvidémonos de la televisión en sí misma, ya que el nivel de bilis en las multi-orgásmicamente fascistas tdts de la derecha rancioliberal, es demasiado para mi... demasiado... demasiado... Yo, lo confieso, me río a veces, pero es tremendamente peligroso ese nivel de odio políticamente no racionalizado y públicamente expuesto a audiencias que pueden ser millonarias.
Y me dejo atrás Wikileaks, al visionario Ansón, a Pedro J 'El Grande' (y sus editoriales tan constructivas), la deriva de El País hacía no se sabe bien qué orilla de la Sicilia berlusconiana, y otras cienes y cienes de cosas que flotan, se oyen, se ven, se perciben en el ambiente...
Existen también hechos contradictorios en mi seno, como que mejor que un tipo como yo no aparezca por algunas concentraciones 15M, para que no se malinterprete mi presencia, o que los procesos internos de la propia organización a la que pertenezco (IU) parecen propiamente diseñados prefiriendo el suelo al techo, la contra ridícula y minoritaria a la gran política ejercida desde la legitimidad electoral, o incluso el sopor de algunos grandes mandatarios de mi disciplina que...en fin... Digo que me dejo muchas cosas.
De modo que, en este día número 100 desde que todo cambió (aún más y a peor) he decidido seguir trabajando honradamente allí donde me toque, pero pedir asilo político (por si la moscas), ahora mejor que nunca y político también mejor empleado que nunca, a Canadá, Québec a ser posible, por aquello del idioma, 'los lazos de sangre' y, fundamentalmente, la movida musical de Montreal... Vendré en navidades y en feria, para ver algún partidillo del Betis y comer con los amigos... si es que estos no se han ido ya hacia sus eldorados particulares. También me pasaré en septiembre por Bolonia y los Enebrales. Y yas tá.
Salud chic@s, y no desesperéis, que serán sólo unos lustros tras estos 100 días: pasarán rápido, ya veréis como en unos añicos ya estamos otra vez comprando casas, consumiendo gasofa a punta pala con nuestros cochacos, y todos muy morenitos después de tantos diítas en playas cimentadas que molan mazo, o en su defecto, gracias al moreno rayo de mala uva ....
;) Hoy empieza todo, a la carga.
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