Contexto:
polígono post-industrial con naves vacías y vallas en blanco: muestra la
decadencia de nuestro sistema económico; mastodóntico hotel venido a menos,
lleno de antigüedades kitsch de difícil gusto (y no me refiero a ninguno de los
dirigentes de IU… ¿o sí?): el signo más beligerante contra nuestra propia
esencia: ¿qué diablos hacemos allí, a 18 años luz de los foros de la izquierda
social y justo unos días antes del fin del mundo (convencido de que la profecía
maya se refería a Aguirre y la furia del dios dinero)?
Una
lista unitaria no es usual en Izquierda Unida. Votar por amplia mayoría el
balance de gestión y que el nuevo coordinador sea aprobado por unanimidad del
nuevo Consejo tampoco lo ha sido. En cambio todos los que estuvimos allí, en
esa votación, ratificamos esa unanimidad.
Ahora
bien, esa unanimidad alcanzada no debe ni puede ser una carta en blanco: el
actual Coordinador tiene uno de los mayores consensos internos de la historia
de IU, fruto de la generosidad de todos los partidos y corrientes y de la
amabilidad de todos los militantes. Esa unanimidad no es condicional, pero se
otorga para algo: para ver resultados de integración y amplitud, en lo interno,
y también en nuestra relación con la sociedad un mayor calado en nuestras
propuestas.
Como militantes es nuestro deber exigir un
buen rumbo; como votantes es nuestro deseo que IU, con Cayo al frente pero
todos y todas los demás detrás, concrete la propuesta de cambio y crezca,
crezca hasta ser alternativa real
Que
se proclame que IU es la Syriza española ahora parece dejar bastante claro que,
independientemente de que lo sea o no, se asume que antes no lo era, no lo fue;
de lo cuál no nos cabe la menor duda: los procesos de integración de la
izquierda social dentro-en-con-junto a IU, no han sido suficientes ni
suficientemente sinceros en los últimos tiempos (¿recordáis esa Refundación
perdida? Todavía hubo despistados en la anterior Asamblea andaluza que
defendían ese proceso de cartón piedra como éxito); y la prueba de que no somos
la Syriza española también es el diferente grado de apoyo electoral tenido en
ambos países, con escaso margen de tiempo entre las dos convocatorias
electorales nacionales.
Que
se asuma que ahora lo es, desde un punto de vista conciliador (somos
optimistas), supone que se tiene claro que se debe tender hacia una Syriza
española y que tenemos los mimbres y la convicción para concitarla; desde un
punto de vista más pueril, supondría que se da por hallada, definida y aún que
ya somos esa misma Syriza que proclamamos, lo cuál será el primer paso para,
ufanos, no buscarla de veras. Esperemos lo contrario, esperemos lo primero.
Lo
que vengo a decir con todo esto es que esas unanimidad y unidad se otorgan para
que el trabajo diario vaya demostrando todo lo que nos hemos esforzado que
recojan los documentos, y aún se vaya más allá (aportaciones esenciales de
Izquierda Abierta en pos de las listas abiertas y procesos democráticos
internos no fueron asumidas), y por fin se cree el verdadero Frente Amplio que
desde IAb ofrecemos como modelo y como vía para transformar esta sociedad.
Lo
que hicimos allí, más allá del debate político, algo intensos y farragosos en
ocasiones (algún tic autoritario sería bueno que revisara más de uno), lo que
hicimos digo, es ser y estar, “rehenes de la unidad” y sufriendo un extraño y
placentero Síndrome de Estocolmo, para que IU sepa ser alternativa, para dar
una oportunidad. Muchos lo entendemos así.
Ok;
todo salió bien, ahora a ver resultados de integración, de trabajo transversal,
de creación política concreta, de movilización social, de compromiso y trabajo
institucional también. Ahora a trabajar bien y a sacar el 20-25% de respaldo
electoral en las próximas elecciones; ahora a transformar de una vez esta
sociedad convertida en jungla; ahora a fijarnos de verdad los objetivos comunes
que compartimos millones de votantes españoles: desterrar las políticas de
derechas del PP y del actual PSOE.
*El dirigente de IU que no entienda el sentido de este artículo no entiende el sentir de gran parte de nuestra militancia.
3 comentarios:
Estimado Tasio, como casi siempre (no me gustan las incondicionalidades, pero si la coherencia) estoy de acuerdo contigo.
En esa linea debemos buscar el máximo de consenso en la organización, pero como decía un queridisimo pedagogo, Paulo Freire: "Las diferentes opciones que marcan los diferentes discursos deban alejar del diálogo a los sujetos que piensan y sueñan diversamente. No hay crecimiento democrático fuera de la tolerancia que, a la vez que significa sustantivamente la convivencia entre desemejantes, no les niega sin embargo el derecho a luchar por sus sueños. Lo importante es que la pura diferencia no sea razón de ser decisiva para que se rompa o ni siquiera se inicie un diálogo por medio del cual pensamientos diversos y sueños opuestos pueda concurrir al crecimiento de los que son diferentes y al acrecentamiento de los saberes" Por ello desde la diversidad que hay en IU, es razonable crecer en la acción y en la tolerancia, sin renunciar cada cual a su modo de pensamiento. Gracias por tu visión.
Totalmente de acuerdo contigo Tasio.
Un abrazo.
José Antonio, esa cita engrandece el artículo en general... No hay crecimiento democrático fuera de la democracia... se puede decir de otra forma pero seguramente se entendería menos ;)
Se percibió eso verdad Juan? Unidad para que se pùeda trabajar, pero con la expectativa de que de resultado, de que se haga algo.
Publicar un comentario