La esperanza es lo último que se cafepierde ;)
Yo añadí que debíamos esperar también a los datos del paro correspondientes a octubre porque, como en aquél enfrentamiento desigual entre Clinton y Bush al que el procaz de Bill terminó dando la vuelta, ahora en España como en 1992 en EEUU, se trata de la economía... ¡estúpido! ("the economy, stupid" fue la frase-icono de aquella campaña en la que Clinton se impuso contra todo pronóstico). También me atreví a aventurar 118 diputados para el PSOE (entre 115 y 120).
Pues bien, la encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas hecha pública ayer, (completa aquí), arroja algunas conclusiones interesantes, y ciertamente tristes, que van bastante más allá de los titulares sobre la mayoría absoluta del PP y la debacle socialista.
1º) La paz de ETA influirá poco o nada, excepto allí donde más patente es el conflicto y sus diversificaciones sociales: posiblemente Amaiur alcance el mismo porcentaje de voto que el PNV y los mismos o incluso un diputado más (1% y 3 respectivamente). El PSE aguantará como primera fuerza en Euskadi gracias a ese desvío del voto nacionalista.
2º) Se confirma que la caída socialista será espectacular y que la mayoría del PP será absoluta sin demasiados problemas, a expensas de un vuelco de última hora bastante improbable en estos momentos, porque hasta el último momento se ha tratado de economía.
Justo antes de unas nuevas elecciones la gente recuerda que Solbes y Zapatero negaron hace menos de cuatro años la inminencia de una crisis que no sólo no ha parado de ahondar a cada año sino que está lapidando cualquier expectativa de crecimiento personal a corto y medio plazo. En estos cuatro años los sucesivos gobiernos socialistas han mostrado desconcierto, tribulación, medidas erráticas e incluso histeria. La indignación ha crecido y la memoria se mantiene. A este país no se le puede mentir; Aznar lo intentó con la autoría del 11-M y en dos días perdió las elecciones.
3º) Que la gente está indignada y votará pensando en el tobogán político, económico y declarativo que ha supuesto esta crisis lo demuestran los hechos de que la simpatía que despierta el PSOE, a pesar de lo que ha llovido, es prácticamente idéntica, incluso algo superior, a la que despierta el PP: 25,4% vs 25,2%; pero sumada a la estimación de voto se separan 8'5 puntos, ya que el PP, con 33,5%, supera el 25% en el que en estos momentos se sitúa el PSOE.
4º) Vamos a votar al menos malo, al que más castigará a los que nos han traído hasta aquí, no pensando en su capacidad o nuestra afinidad política... El 41% de los encuestados manifiesta tener poca o ninguna confianza en Rajoy y el 49% piensa que la labor de oposición del PP ha sido mala o muy mala, si sumamos los que consideran que ha sido regular HASTA EL 82% PIENSA QUE EL PP NO HA EJERCIDO UNA BUENA OPOSICIÓN. Estos datos son los de la esperanza, el respiro del PSOE.
5º) El vuelco en Andalucía es evidente. El PSOE tan sólo gana en una o dos provincias, Huelva y Sevilla, siendo superado o casi alcanzado en ambas, y vapuleado en Granada, Almería, Málaga y Cádiz. Empatan en Córdoba y Jaén. Si se repitiesen los mismos porcentajes de voto en las autonómicas, el PP estaría en condiciones de llegar a la mayoría absoluta. Es sintomático y triste el hecho de que IU, tras esta debacle del 'voto socialista', tan sólo consiga un diputado (por Sevilla). Por su parte, IU recupera la presencia andaluza en el Congreso pero me parece esclarecedor el que sea tan sólo 1 y no 3 los diputados andaluces de IU en Madrid: la izquierda no puede seguir conformándose con un voto residual cuando el PSOE pierde votos a ritmo acaudalado.
6º) La mayoría de los españoles, 44,3%, prefiere que no se de una mayoría absoluta en el Congreso. Pero el 61,6% ve necesario un cambio de rumbo. ¿Qué hubiera pasado si el PSOE hubiese adoptado un compromiso de cambio, en el fondo y en las formas, también en las personas, real y desde hace seis meses?
7º) La izquierda ha perdido una oportunidad única de ofrecer una alternativa más fuerte. Pronostican ocho diputados a IU pero no podemos olvidar que 3 corresponden a ICV, que ya ha anunciado pactos posteriores con Equo, y esos otros grupos afines también obtendrán representación, al menos 2 diputados por parte de Compromís y la propia Equo; una iniciativa conjunta, además, no sólo arrojaría 10 diputados de ese hipotético grupo sino que, con los votos aglutinados en diferentes provincias en los que faltará poco ara conseguir mayor representación, el grupo de la Izquierda podría haber hecho crecer exponencialmente su presencia: 13 o 14 diputados.
Creo que la anulación de las primarias internas, la repetición de nombres que llevan 20 años en el candelero político, además, de un candidato que como ministro ha formado parte del núcleo duro de todos los gobiernos de los últimos ocho años, y la posterior reforma de la constitución pasteleando con el PP, y con nocturnidad, han hecho imposible la adquisición o proyección de un perfil que marque claramente un rumbo diferente. Casi todas las decisiones sobre las formas de afrontar la crisis, además, han sido impuestas desde fuera o han tenido un claro componente antisocial.
Sólo el miedo al PP, el voto sentimental y residual socialista y un vuelco en el debate pueden mejorar las cifras del PSOE de cara al próximo 20N, pero nunca cambiará, me temo, el previsto escenario final de las elecciones: mayoría absoluta del PP. Se trataba de la economía, ¡estúpido!.
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