martes, 22 de diciembre de 2009

Los días de lluvia que rayan las almas



Las cunetas rebosan alegría de la gente rayada
que observo tras el cristal rayado de agua
sensiblemente varado en un bar decorado a rayas
como el siniestro festín del sombrero de un clown...

Miedo y sombras, payasos y sobras;
al final de este camino andan los amigos
uno o dos esperando dar 'abrazos al tiempo'
y otras enormes cosicosas igualmente fabulosas

recuerdas como estábamos hablando de lado?
recuerdas las flores nacidas y cortadas al aire?
recuerdas el mundo allí abajo rugiendo bajo nubes
con la gran ciudad sin alma latiendo
al ritmo inexpresivo y feliz de los dos entoldados
haciendo el amor? recuerdas aquellas sonrisas de lado?

Y el mundo habitado bajo aquellas sábanas
que era suficiente,
y la mediocridad que nos asola en cada calle
expulsada mucho más allá del baño,
y los olores, poemas y orgasmos
que eran nuestro horizonte
y también constituían la esencial redención de nuestras almas.
Lo recuerdas? Yo no puedo olvidarlo.

Vivimos en-locados, intentando
aprender a mirar intentando
vivir sin mirar e intentar
atrapar los momentos al vuelo...

vivimos asolados, esperando
un golpe de azar y un desvelo
generosos y magníficos poetas
músicos amigos trasnochados
basureros y políticos de miras recias
moribundos y tediosos lisboetas
intentando vivir más allá,
comer, hablar, amar...

Los escarpados barrancos de mi hogar
se vuelven sobre sí mismos para atender
la acomodaticia huella de tu mano;
mientras mi retina se raya poco a poco
en días de lluvia que no son míos
y que anuncian que todo fin es un principio.

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