sábado, 31 de octubre de 2009

Instrucciones para ser un corrupto


*La exparlamentaria andaluza por Izquierda Unida Concha Caballero publicó este artículo en El País el pasado 12 de octubre, fiesta nacional curiosamente. Os lo traigo unos días más tarde para todos aquellos que sin estar en Andalucía seguís el blog, y porque habría que alargar en el tiempo (hacerlas perennes) ciertas reflexiones. Este es su blog: http://ideasconchacaballero.blogspot.com/

CONCHA CABALLERO, El País Andalucía 12.10.2009
Ya habrá podido comprobar la rentabilidad de la corrupción frente a otras ocupaciones que necesitan tiempo, dedicación y esfuerzo a cambio de unas ganancias exiguas que nunca le permitirán gozar de una vida lujosa.
Si se decide por el lucrativo negocio de la corrupción podrá obtener ganancias millonarias y hacer felices a centenares de personas a su alrededor. El caso Gürtel nos muestra la cantidad de posibles beneficiarios, mientras que la operación Malaya nos indica que se pueden atesorar setecientos millones de euros con un modelo local intensivo. Se preguntará por los inconvenientes de este oficio y le asaltará el temor a ser descubierto. No vamos a negar los riesgos evidentes, pero sepa que ni un 10% de los corruptos son procesados y que detrás de cada imputado hay unos diez colaboradores que no lo son. Además, las penas son escasas y la mayoría consiguen poner a salvo su patrimonio tras la condena. No tenga temor a que se pueda aprobar la anunciada Ley anti-corrupción porque ya ha sido olvidada. En cuanto a los delitos de soborno y cohecho -como bien apunta el informe de los Inspectores de Hacienda-, si bien es cierto que estas figuras aparecen en el Código Penal, su aplicación es irrisoria. Si tiene dudas puede consultar la instrucción del caso Camps.
Para ser un buen corrupto debe tener en cuenta, en primer lugar, que no es una actividad individual, ni un negocio de autónomos. No es como otros delitos, una actividad solitaria. Necesitará una red corporativa extensa. De forma inmediata deberá contar con uno a varios despachos de abogados que le ayuden a tejer una intrincada red de sociedades cuyo seguimiento sea más complejo que el laberinto de Creta. Sin la colaboración de estos profesionales su actividad no podrá prosperar. Hágase, también, con la colaboración de algún banco que le indicará la forma más eficaz de realizar sus transacciones comerciales y le proporcionará la ruta más segura a los paraísos fiscales y las cuentas opacas.
Deberá disponer de una amplia red familiar. No hay corruptos exitosos sin una enorme familia y allegados que se presten a servir de testaferros, accionistas o cualquier colaboración nominal a cambio de una remuneración generosa.
Llegados a este punto, necesita la colaboración de las instituciones públicas. Elija un partido político y consiga llegar a las más altas instancias. Si actúa a escala local y ninguno es de su agrado, no dude en crear un grupo independiente que tome como bandera el nombre de la ciudad. Asegúrese la amistad y la colaboración de los que deciden los contratos públicos. Si tiene suerte puede hacerse imprescindible en la organización de todos los eventos públicos y privados. Intervenga en su estructura, promocione a los amigos y cuide a sus familiares. Pague sus gastos pero no realice donaciones ya que están controladas por el Tribunal de Cuentas. Sea generoso, incluso por encima de lo esperado. A partir de ahí podrá conseguir contratos sustanciosos pero sea cooperativo: facilite los pagos fraccionados, las obras por lotes que no excedan la legislación de contratos. Asuma que, en caso de hacerse notoria la corrupción, serán los primeros en acusarle de conspiración, aunque la mayor parte de la trama esté en su propia organización.
Cultive su mal gusto, el lenguaje soez y el sentimentalismo. No es una buena profesión la de corrupto para gentes cultivadas o con ideas igualitarias. También hay serias dudas sobre el éxito de las mujeres en este oficio. Sin embargo, hay excepciones. En todo caso, no olvide el lado humano; diga a sus colaboradores que "los quiere un huevo". Sacralice la amistad y la familia, los lazos de sangre y la complicidad tabernaria. Pero, sobre todo no olvide nunca que la corrupción no es un juego solitario.

martes, 20 de octubre de 2009

Los pasos perdidos 3. Cork City: Gulasch

*Necesario leer escuchando 'The Delicate Place', Spoon

Esta noche Marcel está cocinando gulasch. Marcel viene de Brno, como mi pequeña bulledog francaise; la mirada de este checo es limpia y sencilla. Huele en todo el Hostel a esa exquisitez: se mete por los conductos del aire, culebrea por las escaleras y más tarde llama a los oídos de las gentes: porque este gulasch se huele por las orejas. También hay que cocer tres kilos de papas. Cortan mil verduras y hacen juegos malabares con la carne de ternera. Magali prepara un chocolate. Unos gallegos de A Coruña me dan a probar un jamón, traído de su casa: también han traído alcohol y tabaco. Me levanto tarde porque me sigue apasionando la hondura de McCarthy, y su escritura difícil, en un inglés casi imposible para mí.

Como llego el último soy yo el que baja a comprar una caja de Special London Ale a la licorería Abbot´s. Las doce botellas de ½ litro tintinean dentro de la caja, susurran algo que no comprendo, pero no es por el frío. Hoy no hace frío. Al salir de Abbot´s observo una larga fila de personas, 50 metros, 150 personas: todas las edades, todas las caras. Se bajan de los coches y toman su lugar en la cola. No sabía que cerca del Hostel hubiera un teatro, una sala de espectáculos, algo similar. La fila rodea la esquina de la manzana. Yo la sigo. Son más metros, 100 metros, más gente, 300 personas, y no es un teatro, ni una sala e conciertos, ni ningún espectáculo...o mejor sí, parte del espectáculo de la vida. Sin más.

Es un funeral. Pienso dos cosas, primero: la muerte está en todos lados. El sexo. Los miedos. No se trata del lugar. Es la condición humana. Segundo: recuerdo los funerales de agüelo y agüela. Recuerdo cuando murió Francisco. Quizás estreché mil pares de manos. También cuando murió Amparo. Más reciente: me sorprendió comprobar cómo la gente envejece, incluso yo, o desaparece, todos. Cómo estreché menos manos, cómo el cortejo era mucho más flaco…Van muriendo, como las esperanzas, poco a poco, pero nacen otras nuevas, como las personas también. Quizás este irlandés era tan querido como agüelo. Mil personas para decir adiós. Habría probado el gulasch este difunto?

Supongo que era “respetado”: ya sabéis, infundía respeto, que conlleva cierto grado de temor, porque en esencia, el respeto más puro sólo se puede tener hacia uno mismo. Mi abuelo no probó el gulasch, eso es seguro, pero yo lo hago por él. Entre sol y sombra sólo pudo ocuparse de vivir. Quizás no vio nunca el mar; pero si vio, vivió, sufrió, una guerra. Qué vida es esa en la que puedes matar a alguien o morir disparado a los 16 sin haber visto antes el mar? Una vida de mierda. Me gustaría pensar que al menos fue feliz, de esa extraña manera de serlo que tenían los hombres de antes: al cabo, sabían que sólo el tiempo te es fiel, al fin, que quizás ese tiempo se pase menos doloroso acompañado de una mujer...poco más. El respeto no cuesta dinero; la felicidad tampoco.

Yo se lo cuento a alguien. Magali creo, y se enamora, o no, pero a mi me gusta creer que sí. Marcel nos llama a la mesa. La cebolla dorada espera. Suena el primer pop y salta la chapa. El primer trago de esta Ale es amargo, como los recuerdos mal digeridos. Llueven más chapas. El segundo trago también es bien duro. Magali toma fotos de la mesa, yo reparto, Flavio busca pan, los gallegos comen jamón, Francoise llueve las chapas, la ternera está esperando, y las papas, y la vida, ahí fuera, y yo espero, aquí dentro, que nadie sepa más que nadie y que en esto de la vida todos seamos tontos felices mientras estemos esperando, y felices muy listos si hay que dejar de esperar y cambiar algunas cosas de veras. Hasta entonces me esquino en la mesa, agarro la guitarra y toco 'the delicate place', de Spoon, hasta ver morir el tedio en otra noche irlandesa.

viernes, 16 de octubre de 2009

La lluvia de los días

La lluvia convertía la noche en una fiesta. Los niños podíamos andar de aquí para allá con el pijama y las botas de goma durante lo que durara la tormenta, con suerte, y si aguantábamos despiertos, hasta las claritas del día. En unos minutos era necesario construir una presa, para evitar la riada de lodo y de agua, sobre la casa, sobre los muebles, sobre la memoria de los libros antiguos de agüelo. En ese alboroto los niños éramos búhos, observando el ordenado caos de los mayores.

Una vez restalló un relámpago ante mis ojos, me cegó por minutos. Al abrir los ojos encontré a mis tías abuelas, cinco, y dispares, aunque evidentemente emparentadas, remangadas hasta las rodillas, mudando los muebles, de aquí para allá, como hormigas acuáticas, viejas y lunáticas.

Las tablas, enladrilladas y enyesadas con otras tablas, eran construcciones efímeras pero resistentes, con las que mi agüelo conseguía vencer el juvenil ímpetu de las aguas desquiciadas. En los días de lluvia de hoy, esos recuerdos de ayer se van horneando en la memoria del niño que sigo siendo, y la felicidad es total cuando puedo recuperar el exacto tono de su voz, o el aroma a tabaco de liar holandés, o las plañideras oraciones de agüela, reverberando interminablemente toda su superstición de una forma minuciosa y desesperada, esperando que los cielos y las aguas atiendan su concentración, que su miedo paralice la naturaleza, o que al menos la enternezca y deje de asustarla…Santa Bárbara Bendita, que en el cielo estás escrita, con papel y agua bendita…

Agüelo, mientras tanto, terminaba su labor de castor; casi siempre salvaba los muebles, a mis tías, a nosotros, sus viejos libros y mis cómics de Tintin, Asterix y Grandes Aventureros de la Historia. Estúpidamente luego dejé escapar ese legado: hoy día me duele más que cualquier otra pérdida o fracaso.

La lluvia me recuerda esas noches y esos cómics y el olor y el sonido de mi agüelo.

viernes, 9 de octubre de 2009

Así

Dedicado a María del apellido impronunciable


Hay costumbres cariñosas, que reproducimos sin pensar
así decimos: mi niña
así decimos: vale preciosa
así ponemos la mano sobre el hombro de alguien
así invitamos a una copa o dos o tres a desconocidos
y nosotros somos desconocidos también para todos
así nos acostamos con gente
y después deseamos no haberlo hecho
así nos acostamos con la misma persona otra vez
y después dices te quiero
porque hay costumbres cariñosas que reproducimos
y aunque las hayamos pensado tan sólo
necesitamos repetir.

La costumbre cariñosa que más veces hago
sin pensar y sin creer y sin nada
es decirte a todo que sí
y a tu sonrisa sonreir
así sonrío si tu sonríes
así sonrío si tu enmudeces
así sonrío si tu te enojas
así sonrío si simplemente miro
la lenta cadencia de tu boca.

Y así se sale perdiendo
porque yo aún ando anclado
en la estúpida estirpe de tu tiempo.

jueves, 8 de octubre de 2009

Editorial de El País: “Izquierda en crisis”

España | César Pérez Navarro - TerceraInformación | 08-10-2009

Sobresaltado por el titular “Izquierda en crisis”, me dispongo a leer el editorial de El País (1), y en dos segundos alcanzo a reconocer que no es “la izquierda”, sino “Los partidos socialdemócratas europeos (los que) pierden aceleradamente su relevancia política de antaño”. Como de costumbre, se trata de una retórica tan alejada de la realidad cuando El País habla de ideología política como el gobierno de impuestos o desarrollo sostenible. Y aunque en el texto se reconoce que la política económica (neoliberal) causante de la crisis no fue cuestionada ni corregida por el PSOE en los sus años de gobierno -ni aún lo es- en los cuales mostró una actitud meramente continuista, se sigue aplicando a éste y otros partidos social-liberales (lo de demócrata debiera sobreentenderse) el apelativo “la izquierda” como si se tratase de una marca publicitaria o de un nombre propio que se conserva impoluto independientemente de la ideología o de la política económica que se practique;

“(...) La izquierda se muestra perpleja de que los ciudadanos no pasen factura a los partidos que inspiraron las políticas económicas causantes de la crisis. Se olvidan, así, de que mientras gobernó no trató de corregirlas ni de cuestionarlas. Más bien les ofreció un aval en la línea de la Tercera Vía de Tony Blair y se limitó a marcar sus diferencias con los conservadores en terrenos como los valores y las costumbres (...)”

Mientras el término “izquierda” se tuerce y retuerce para adaptarlo a las políticas liberales mediante su uso reiterado en los medios corporativos, el “vacío” que ésta deja es ocupado por lo que en el editorial se define como “(...) discursos y fuerzas populistas, contra las que los partidos democráticos, sea cual sea su ubicación ideológica, siempre han tenido serias dificultades para competir en el terreno electoral.

Y así, termina, rentabilizando el rechazo que origina el término “populista” porque se identifica erróneamente con la demagogia o porque se usa peyorativamente para definir a un gobierno que toma medidas populares a corto plazo con fines electoralistas.

Recordemos que “Populista” es utilizado a menudo por El País contra los gobiernos de izquierda en Latinoamérica, aunque vayan más allá de la oratoria y lleven a cabo profundas reformas estructurales como la nacionalización de los sectores estratégicos que incluyen la banca en muchos casos, el impulso de la sanidad y educación públicas u otras medidas que se traducen en una fuerte reducción de la pobreza. Es decir, justo lo contrario de esa definición.

“(…) Esta pérdida de peso no es una buena noticia para nadie, ni siquiera para los partidos conservadores. Entre otras razones porque el vacío que la izquierda deja está siendo ocupado en muchos casos por discursos y fuerzas populistas, contra las que los partidos democráticos, sea cual sea su ubicación ideológica, siempre han tenido serias dificultades para competir en el terreno electoral.

Leyendo el último párrafo completo, puede deducirse que las “fuerzas populistas” se deben identificar con una IU que progresa en intención de voto -según una reciente encuesta de Metroscopia- u otras fuerzas de izquierda nacionalista que ponen en “serias dificultades” a los “partidos democráticos”, como si esas “fuerzas populistas” no fuesen democráticas y donde “democrático” debiera (otra vez) sobreentenderse. Lo extraño de todo esto es que esos partidos democráticos, a pesar de todo, “compitan en el terreno electoral” con fuerzas populistas.

En conclusión, el aberrante uso del lenguaje del editorial convierte a los social-liberales en “izquierda” y a la izquierda en unas “fuerzas populistas” que vienen a ocupar el “vacío” que dejan los “partidos democráticos”, donde la coletilla “democrático” debiera obviarse, puesto que, tal y como se redacta en el editorial de El País, “compiten en el terreno electoral” con esas “fuerzas populistas”.

(1) http://www.elpais.com/articulo/opin...
(2) http://www.tercerainformacion.es/spip.php?article10444

lunes, 5 de octubre de 2009

A cielo abierto

A mi amigo, porque me ha dicho que tiene miedo y estoy bastante enfadado

Dentro de la barriga de madre
así como hemos sido esculpidos
llenos de piedras los ojos sangrientos
vamos ahora muriendo.

Provocamos partos ajenos
al calor de muertes en vida de los ya paridos
sin salir de los nervios y a cielo abierto
como discurre la soledad de las noches de sábado.

Nunca es peor que cada nueva mañana sin luz,
aparcada la vida, esperando nada. La nada.

Y la oxitoxina come los ganglios y él necesita más morfina
y esta enfermedad se pone las bota matando a dos carrillos
y abriendo en canal los demonios en mitad de plegarias eternas
en cada momento de cada hora de cada día de lo que queda...

Del resto de vidas plegadas que ya no son nuestras.