lunes, 5 de octubre de 2009

A cielo abierto

A mi amigo, porque me ha dicho que tiene miedo y estoy bastante enfadado

Dentro de la barriga de madre
así como hemos sido esculpidos
llenos de piedras los ojos sangrientos
vamos ahora muriendo.

Provocamos partos ajenos
al calor de muertes en vida de los ya paridos
sin salir de los nervios y a cielo abierto
como discurre la soledad de las noches de sábado.

Nunca es peor que cada nueva mañana sin luz,
aparcada la vida, esperando nada. La nada.

Y la oxitoxina come los ganglios y él necesita más morfina
y esta enfermedad se pone las bota matando a dos carrillos
y abriendo en canal los demonios en mitad de plegarias eternas
en cada momento de cada hora de cada día de lo que queda...

Del resto de vidas plegadas que ya no son nuestras.

No hay comentarios: