miércoles, 26 de septiembre de 2012

Todo el mundo mirará atrás (I)



En la España de hoy, 25 de Septiembre de 2029, con una República Federal, social, laica e igualitaria, consolidada desde la Revolución Cívica de 2015, todos los que tenemos entre 30 y 55 años, decimos con orgullo que asistimos al "ruedo del Congreso" con el que el pueblo español empezó a movilizarse ante las decisiones de un Gobierno elegido democráticamente, pero que resolvía según imposiciones "extrademocráticas". Rescatamos una de las crónicas que desde medios extranjeros recogía aquellos momentos, demostrando que no todos construímos la España que hoy todos disfrutamos. 

"La Policía Fascional rodea a manifestantes en torno al Congreso. Los topos comienzan los enfrentamientos y aunque pretenden huir, los ciudadanos están cercados por tres kilómetros de vallas. El frente conservador compara a cientos de miles de ciudadanos manifestándose, porque han cercenado derechos fundamentales sin su consulta, con un golpista que asaltó, secuestró y, pistola en mano, quiso disolver las cortes. Es fácil fabricar y lanzar un cóctel molotov; pero nadie lo ha fabricado y nadie lo ha lanzado. Es difícil emprenderla a porrazos con gente que se manifiesta con las manos en alto. Pero la emprenden.

Los periodistas de la cadena nacional católica aplauden la buena y ejemplar actuación policial ante la intimidación de miles de manifestantes manifestándose. Avisan a los ciudadanos, amenazan, de lo peligroso que es cumplir sus derechos de concentración y manifestación y de las severas leyes que castigan con penas ejemplares las manifestaciones violentas. La Policía Fascional lo sabe; los topos lo saben.

Los periodistas de la cadena nacional católica, también, y a pesar de ser pública, ridiculizan a los diputados y representantes, minoritarios y pacíficos, del Frente de Izquierdas: soberanamente elegidos por millones de españoles. Los comentaristas asociados, 85% miembros del establishment mediático neoconservador, son los más explícitos y violentos con respecto a la actitud de los diputados de izquierdas: creen que el derecho a manifestarse es fundamental, salen del Congreso, se pierden entre la gente... La ira y el desprecio de esos comentarista se ciernen sobre esos diputados. 

Los diputados de los otros partidos, la Derecha Rancio Nacional, el Partido Social Liberal (con algunos diputados a favor de las movilizaciones), la Unión Poder y Disciplina, la Derecha Fiscal Catalana y la Derecha Católica Vasca, entre otros, se quedan en el Congreso empezando el ruedo mediático que, según las noticias, va variando desde meridianos apoyo y comprensión, hasta la justificación sin paliativos de la violencia policial contra los manifestantes: "se lo estaban buscando, es un golpe de Estado".


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