domingo, 29 de diciembre de 2013

Elijo rebelarme



Me rebelo; yo me rebelo ante el olvido
de la estúpida cadencia del tiempo incomprendido
me rebelo ante la sed del alma hueca
me rebelo ante la inhóspita mentira del Gobierno,
de los muertos de avaricia y del recelo del mediocre,
del Gobierno de las almas fuertes y suciamente grises,
me rebelo ante los ojos secos de los niños muertos
y ante los mismos muertos que se van, y lloro,
y me rebelo ante aquellas minas apiladas de recuerdos
y frente al dolor de las espaldas tullidas de la madre...
ante la yerma tierra podrida y su olor a miseria terca
que serpentea por calles y campos tiñendo cada cosa
en este país fantasma de enfermos y codicia fantasmas
del azul que es el del pálido rumor del cuerpo corrupto,
mientras ese rojo que es la sangre
cada vez más ligera y hecha vino, de la gente de sueños apilados,
se va estancando en charcos de desidia y alas desplumadas...

Yo elijo rebelarme ante el inerme trasiego de noches,
ante la orfandad frente a canciones ancladas en la sien,
contra la lerda armonía aprovechada de los "hombres...
y mujeres de bien", de sus hipócritas oraciones,
elijo rebelarme a que estos días sean los que nos queden
elijo alumbrar otros, con otras mieses, de otras mieles.

  

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