miércoles, 30 de septiembre de 2009

Los pasos perdidos 2. Dublin Nights


Lo cierto es que todo se para a veces en un lugar, con unas personas, y los días con sus horas parecen lerdas y adormecidas. ¿Para qué se han de mover? Las luces de coches, pubs y comercios brillan sobre el suelo húmedo. El viento del atlántico norte te entra mucho más profundo que los pulmones. Hiere tus ojos. Estamos de nuevo buscando, dando los pasos necesarios para buscar, se trata de buscar y es acerca de que el tiempo no pase buscando, porque buscando no se piensa. Poca ropa para este viento, pero luego el viento se para, y entra el calor del pub, se suben los colores, se bota, se baila, se habla, se grita, se habla gritando.
Tenemos que andar la ciudad. Andar la ciuad es lo suyo.
Las solteras alquilan coches de bomberos para celebrar su despedida. ¿Despedida de qué? Así que esa noche vemos a lo que suponemos muchas solteras, bailando lo que suponemos música, a bordo de lo que suponemos un coche de bomberos. También ellas están buscando, quizás para no pensar, lo que suponemos que sea algo.
Es curioso el bullicio de esta gente sureña del norte. Quizás por eso me gusten tanto.
Josek y yo mascullamos Cindy, de Ola Podrida, lo que de seguro es una gran canción. MÚSICA sin suposiciones. Y pensamos en el conductor y echamos un trago y me enciendo un cigarro que el viento me devuelve y pensamos de nuevo en el condutor de esos coches de bomberos, porque la vida está parada y ni puta falta que hace que avance.
Siempre decimos "Iyo, nos vemos, ya te llamo", pero nunca nos vemos luego porque nunca llamamos más tarde. Siempre bebemos con personas a las que conocemos allí mismo, en el pub, pero nunca bebemos con conocidos porque en realidad no las conocemos de nada. Así que esa noche sufrimos un arrebato de coherencia antropológica y decidimos no llamar a Gerard, nuestro amigo-más grande-del alma de hace tan sólo unas horas, porque lo cierto es que su apellido, que era O´Donnel u O' Algo... O´o Algo... U O´...algo, no consigue venírsenos a la cabeza. En fin, que no lo llamamos y consecuentemente no lo veremos. Nos quedaremos escuchando en directo a la vida al arribo de buenas y viejas canciones de siempre.

La vida, comenzando cada vez que cruzas la puerta de casa, y la luna mirándolo todo, desde ahí arriba, sabia y callada, porque ni puta la falta que le hace hablar a la luna. Está bien y justa, cerca de todo y de nada, bella y redonda, en el cielo de Irlanda esta vez. La vida y la luna, good vibrations for tonite.

1 comentario:

LaSamy dijo...

Todo lo que pasa en la ciudad de Dublin es Magia...
Las personas que se conocen.. los lugares que se visitan.. El olor de los pubs, el ruido en la calle.. chicos tocando y chicas borrachas que gritan y bailan...
Cerrando los ojos me imagino en un cuarto de hostal tanto buscado...