sábado, 21 de abril de 2012

Ahora toca París: cosas que IU debe aprender de Mélenchon



Por evidentes motivos el candidato de muchos de nosotros en las elecciones francesas es Jean-Luc Mélenchon: líder del Frente de Izquierdas (un intento, por fin, de aglutinar a la atomizada y fuerte izquierda francesa en una alternativa muy parecida a Izquierda Unida); que resiste desde la batalla de las ideas el envite de la gran clase de pensadores liberales franceses y esa no menos importante caterva de medios conservadores; con dotes políticas y oratoria envidiables; y ácido analista de la realidad francesa desde una postura claramente izquierdista, pero con los pies muy en el suelo. 


Ayer concluyó en un final apoteósico su campaña a las presidenciales, que en los últimos meses ha tenido en vilo a París y, sobre todo, a Sarkozy, por la contundencia de sus argumentos y lo atractivo de su campaña. Mélenchon ha conseguido una progresión estelar en los sondeos que, desde el 6% de los votos, llega ahora hasta el 14% pronosticado por algunas encuestas, en apenas unas cuántas semanas, y reuniendo a más de 40.000 personas ayer noche en un acto final que nada tenía que envidiar al de los dos grandes partidos nacionales. 40.000 personas que gritaban al unísono ¡Resistencia frente al capital!


"Ante las agresiones de la política de la austeridad, solo podemos capitular o resistir. Hay que resistir, devolver los golpes. Las finanzas no tienen otra esperanza que el miedo que inspiran...Oíd el ruido fantástico de este pueblo que se levanta y al que nadie resiste", y se desata el delirio.


Su importancia es clave por dos motivos esenciales: el primero, el porcentaje que consiga es una luz para la izquierda del resto de Europa, tras haberle parado IU los pies a la rancia derecha en Andalucía con su 12% de los sufragios, Mélenchon puede conseguir cotas mayores en unas elecciones nacionales: miremos al fondo, pero también a las formas de sus propuestas políticas; la más importante de las razones, mañana se espera que le confirmen como el tercer hombre de estas elecciones, dejando en la cuneta a la peligrosa Marine Le Pen y su dañino discurso nacionalista, supuestamente anti-político y xenófobo (¿os suena de algo?), pero vacío y carente en absoluto de la más mínima coherencia o solidez. 


Otras lecturas nos pueden servir de ayuda o al menos de imagen y camino a seguir: Su programa electoral, nada menos que un libro, ha vendido más de 400.000 ejemplares, una buena muestra de la expectación que levanta el candidato, con una gran capacidad de convocatoria en las ciudades que ha visitado durante la campaña y que nos resume una de sus principales características y logros: insufla una fundada ilusión. ¿Cuánto echamos de menos esa intelectualidad militante y deslumbrante en la izquierda española?


Y además, la cuarta y decisiva impronta que nos puede marcar, sobre todo a los militantes de izquierdas andaluces, es su decisión final sobre el apoyo a Françoise Hollande, candidato del Partido Socialista: quedará tercero con un nada desdeñable 15 por ciento y mostrará su apoyo a Hollande para que Francia se convierta en el contrapunto de Alemania, o mejor, esa Thatcher alemana llamada Merkel. ¿Cuánto sesudo se llevaría las manos a la cabeza por la muestra de ese apoyo en nuestra tierra? ¿Hay otra forma de parar a Sarkozy? ¿Vale más la autenticidad de unas propuestas antes que su utilidad político-social? 


Hollande sabrá que un porcentaje muy importante de su victoria se la debe a un neo-troskista con pasado socialista (esa es la parte, más personal que otra cosa, que hace que me identifique aún más con el candidato del Frente de Izquierdas ;) ).  


Vídeo de Victoire Passage dedicado a Mélenchon (es que levanta pasiones) jejeje





No hay comentarios: